Perfil de mi candidato a presidente de México

Cinthya Araiza

“La historia recompensa a los presidentes que toman riesgos” (Ten Ways to Judge a President, July 22, 2009, in
Knowledge@Wharton)

Es verdad que no existe un manual para ser el candidato ideal a la presidencia de ningún país ni mucho menos alguien lo suficientemente perfecto para gobernar una democracia, sin embargo, es más que evidente que un país requiere del bienestar común para progresar y encaminarse a un mejor futuro, afortunadamente, sí existen líderes con ética y conciencia, capaces de comprender esto. Sabemos que como obligación, los mexicanos debemos elegir a nuestro líder y representante de manera directa. Nuestro líder, tiene como obligaciones y facultades el promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión, además de tomar las decisiones que le confiere expresamente la Constitución, siempre buscando el bien común. Como ciudadanos, exigimos que dicho representante, tenga capacidad de diálogo con otros actores sociales además de crear mecanismos de interlocución y comunicación con sus gobernados, ya que a ellos van dirigidas las políticas públicas y debe entrar en contacto con ellos para rendir cuentas.

El perfil del candidato ideal, posiblemente sería el de un Sociólogo, ya que éste entiende e interpreta la acción social, contribuye a la
mejora de las relaciones sociales, está capacitado para prever y predecir, además de pugnar la mejora social, y analiza rigurosamente un problema real para saber cómo acabar con él. La Sociología y la Política, son ciencias que están estrechamente relacionadas pues una aporta los datos en los que la otra de apoya firmemente. Si hablamos de Sociología, hablamos de ética y moral; a un Sociólogo le interesa la
convivencia social y la analiza fríamente y también quiere y busca su mejora.

Creo que un presidente con perfil sociológico, tendría la sensibilidad de lograr que la ciudadanía entienda un dilema y haga suya la respuesta presidencial. No es posible gobernar con discursos que no trascienden, porque lo que importa es que exista una narrativa que todos omprendamos, de esta manera, es como se construyen bases de apoyo que hacen posible la diferencia. Si se analiza, investiga y comprende las necesidades de una población –en este caso México- es más fácil adquirir dimensiones transformadoras al lograr construir una base de apoyo que desarrolle una nueva realidad.

La realidad de México hoy, es que todo mundo está descontento e inconforme, pero nadie tiene la disposición de cambiar nada. Se han llevado años enteros tratando de construir barreras protectoras al grado de que en vez de avanzar, nos estancamos. Ya no se puede tolerar, sino
acelerar, para esto se requieren cambios fundamentales para poder avanzar. Queremos y necesitamos un líder que tenga las características de la fortaleza, confianza en sí mismo, que tenga capacidad de ir más allá de un partido, de un discurso (como lo que acostumbramos escuchar, a corto plazo) y que conozca y crea en las capacidades de sus ciudadanos, que crea alianzas entre él y la gente, y no entre partidos, que tome la determinación de realmente observar y analizar los problemas de su país y QUIERA cambiarlas.

Fueron sociólogos -aunque no tan líderes y carismáticos- como Karl Marx, Augusto Compte y Max Weber quienes revolucionaron
los sistemas económicos del mundo, a partir de su conexión y alianza con la sociedad. Fueron ellos y muchos genios de la Sociología quienes han cambiado a sociedades enteras y han sido líderes capaces de actuar por y para la mejora social quienes han sido capaces de
ejercer dicho liderazgo para contribuir a una mejora de la calidad de vida. Desafiaron y respondieron a los principales problemas sociales mediante acciones surgidas de la reflexión, ética y planeación.

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