La generación del siglo XXI: Los indignados

Cinthya Araiza

“Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas”  Comunicado de prensa de “Democracia real Ya” (17/05/2011)

¿Democracia u oligarquía? ¿Bien común ó egoísmo institucional? ¿Por qué si somos una generación brillante, preparada, el futuro de nuestros países, nos sentimos indignados? Qué es lo que en realidad buscamos de nuestros gobiernos como ciudadanos? “¡Democracia Real Ya!” El resultado del desempleo masivo (a nivel mundial), la mala remuneración de los jóvenes profesionistas, las precarias condiciones de vida, son tan sólo algunas detonantes de una iniciativa global que surgió este mismo año y que se ha expandido, ha borrado fronteras y  sus voces han unido fuerzas. Un movimiento de indignados que desean –pacíficamente- una democracia justa y real y un futuro digno…hacer valer años de preparación, dedicación y estudio.

No sólo es un movimiento, es una iniciativa ciudadana que por primera vez se organizó al coordinar diversas manifestaciones pacíficas en cada rincón del mundo capitalista. Se ha convertido en más que una forma de expresar inconformidades, pues expresa el cólera de una generación entera que no ve futuro y que ha quedado  sin fe en las instituciones tradicionales, en la política y en el sistema financiero internacional. Dicho fenómeno global tiene sus miles de razones de ser, bien fundamentadas; las reformas fallidas, las crisis financieras protagonizadas por los bancos, las leyes limitantes de beneficios, todas estas son razones suficientes para que esta generación de indignados se manifieste ante los poderes económicos y políticos para exigir lo que les corresponde con justicia.

La indignación y las quejas van hacia la misma dirección en todos los países, ya sea europeos ó latinos, de centro ó periferia, de naciones desarrolladas ó subdesarrolladas: el olvido y rezago de la gran mayoría contra un sistema oligárquico y no democrático, en donde sólo se benefician unos cuantos. Es como piensan todos quienes forman parte de este movimiento social, de qué me sirve titularme con los mejores promedios ó de que me sirve tener 2 e incluso 3 maestrías, doctorados y diplomas, si de todas formas voy a seguir viviendo mediocremente, siempre en búsqueda de una vida más digna; seguramente no sólo ellos, sino todos los que pertenecemos a esta generación de indignados nos hemos preguntado lo mismo al menos una vez. Probablemente no había existido un fenómeno así, un movimiento tan masivo en décadas pasadas por que la humanidad no había despertado; se trataba de generaciones más sumisas y conformistas, sin embargo, y con el surgimiento de nuevas ideologías, pensamientos y ganas de salir adelante para tener una mejor calidad de vida e incluso el mismo espíritu de competencia del ser humano se ha despertado de este largo y utópico sueño, en donde si vivo en un país democrático, mis representantes deben hacer lo mejor para mí y los míos- pues el sistema democrático debe ser así, pero no lo es.

España fue la gota que derramó el vaso de agua, fue el hasta aquí de una generación de eruditos desempleados y de desperdicio intelectual masivo. Hasta hoy van más de 719 ciudades y 76 países. Si bien la globalización y los medios de comunicación masiva así como las redes sociales han sido fuertes aliados y grandes herramientas de este fenómeno global.

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