Gabriel Todd
“del miedo a la esperanza” Sergio Fajardo ex alcalde de Medellín Colombia resume su visión del inicio de la recuperación del tejido social a través de una política de obra pública social integral. Obra de escala humana que beneficio con educación y recreación, con capacitación laboral y movilidad a los sectores urbanos de menores índices de desarrollo.
No es cualquier cosa transformar por ejemplo una magna colonia independencia de MTY en un sitio turístico como sucedió con el barrio de Santo Domingo Savio. Establecer las bases para transitar de una muerte diaria en un sitio a la paz y el desarrollo humano se logro dándole ” lo más bello a los más pobres”.
Y es que la calidad del espacio público envía un mensaje de igualdad o de desigualdad. Ser rico o pobre parece pasar a segundo término cuando el espacio público es el mismo. Y si cuentas con un buen sistema de transporte tanto mejor pues ahí radica la verdadera democracia. Me queda claro que El mejor diseño y la mejor arquitectura a través de una administración pública honesta y apasionada que invierte en el desarrollo humano y no todo en el desarrollo vial rinde frutos.
Primero, llama la atención la conectividad del sitio ejemplo al cual accedes mediante un novedoso sistema de metro cable que sale desde una estación de intercambio del transporte público de pasajeros la ciudad. Desde ahí con orden y paciencia los habitantes del barrio santo Domingo Savio abordan los vehículos aéreos de 12 pasajeros cada uno. Se siente imponente la infraestructura de transporte indicando que una comunidad está presente. El diseño de las estaciones montaña arriba es de vanguardia y se aprovecha la zona para sembrar otros equipamientos sociales cerca del transporte. Las estaciones de transporte como núcleo social integrador.
Al caminar por el barrio se nota la mano de la bella arquitectura en colegios, centros de capacitación y una vida peatonal intensa. Imponen los “cubos negros gigantes” de la biblioteca España, premio iberoamericano en su ramo. En su interior cientos de niños hacen sus tareas en computadores nuevas mientras otros se divierten. Se respira un ambiente de progreso, de cierta alegría.
Las amas de casa pendientes otra vez de sus hijos pues volvió la esperanza de una vida mejor y han retomado el control familiar. Ex Jóvenes pandilleros hoy convertidos en pequeños artesanos venden su creatividad.
La vista impone desde lo alto de este sector ya recuperado con urbanismo social y educación de calidad.
El método se repite por toda la ciudad de sectores populares. Escuelas que salen de la dignidad para entrar a la calidad en todos los sentidos. Los arquitectos colombianos son buenos, se siente la mano de una comunidad que ama a su gente. Sentí una pobreza que no sale de pobre pero que esta más tranquila. La gente sonríe y saluda a los turistas. Parece increíble que pocos años atrás era una zona de guerra. Ciertamente la organización central en materia de seguridad publica ayuda a concretar las cosas y es un tema pendiente en nuestro México.
Si bien rebotaron los índices de inseguridad en general distan mucho de tener la dimensión de aquellos años de horror. Esta experiencia me deja 4 lecciones
1. Se requiere liderazgo y voluntad, es decir, funcionarios capaces con el amor echado para adelante. Ganas de vencer la adversidad.
2. Dar prioridad en la obra pública al urbanismo social tiene rentabilidad de corto o mediano plazo si es integral con educación etc.
3. La honestidad en la función pública es contagiosa pues todos los sectores celebran la transparencia y la credibilidad aportando recursos adicionales sin quejas, brota la nobleza.
4. La seguridad de un país debe tender a mandos únicos o coordinación y control centralizada.
Colombia no es EEUU ni es Francia ni Inglaterra. Si Colombia pudo México también.